Christian McPhilamy tomó la decisión con solo seis años de dejarse crecer el cabello para donarlo. Ahora, con ocho años, acaba de entregar su melena a una entidad sin ánimo de lucro.
Tras ver un comercial de St. Jude, un hospital infantil sin ánimo de lucro, decidió que él también podía hacer algo para ayudar a niños con problemas. ¿Su idea? Dejarse el pelo largo para donarlo a Children With Hair Loss, una asociación benéfica que provee de cabello a jóvenes que lo han perdido en tratamientos médicos.
Dos años después, tras aguantar burlas por parte de niños y chantajes por parte de adultos, el pequeño logró su objetivo.
Donar cabello a Children With Hair Loss no fue una tarea fácil, y menos para un niño: el cabello debía un mínimo de 20 cm, lo que supone un largo proceso de crecimiento que Christian tuvo que llevar
El pequeño no solo NO cedió a los chantajes durante todo este tiempo, sino que, además, siempre se tomó su tiempo en explicar a todos por qué había tomado la decisión de dejarse crecer el pelo.
Dos años después, el joven logró superar con creces los 20 cm necesarios para la donación: finalmente, fueron cuatro coletas de 26 centímetros lo que Christian consiguió para la asociación.
“Siempre estaré orgullosa de él”, mencionó su madre.
Fuente: verne.elpais.com