En ocasiones nos escondemos en el hecho de que las situaciones están fuera de nuestro control, ponemos pretextos para tomar decisiones.

Sí, habrá situaciones que no puedas controlar, sobre todo las que tienen que ver con la vida de otras personas, pero las que conciernen a tu vida y cómo la vives, esas sí que tienes control.

El acto de libertad implica también ser responsable de las consecuencias de tus decisiones, es ahí donde no puedes dañar a nadie, haciéndote responsable de todo lo que hagas, digas o pienses.

Si lo haces con amor, nada puede salir mal. Quizá bajo la perspectiva de otra persona tú estés “haciendo las cosas mal”, pero nadie más que tú decidirá qué es lo que te hace feliz.

No intentes quitarle el derecho a alguien de decidir sobre su vida, pero también decide sobre la tuya y hazte responsable. ¿Lo intentas?

Esta es una pequeña guía de lo que SÍ tienes control para sentirte feliz y plen@.

Lo que piensas

Tus pensamientos pueden cambiar un día entero. Pensar negativamente o positivamente es tú decisión.

Lo que hablas

Al igual que en el pensamiento, tú decides qué decir. Si tus palabras son de amor, comprensión y respeto estarás creando un entorno en el que también recibirás este tipo de palabras.

Por el contrario, si utilizas palabras desagradables, es muy probable que estés involucrad@ con personas que también las usan, todo esto tú lo decides.

Lo que comes

Si quieres bajar de peso y no lo logras, nadie te obliga a comer lo que no te hace bien. Piensa en ello, eres tú responsable de lo que comes y cuánto.

Lo amable que puedes ser

No permitas que nadie te presione para ser amable con las personas por “rencillas” que ni siquiera son tuyas. Ser amable y cortés no es ser hipócrita, sobre todo si no hablas mal de la otra persona.

Tus prioridades

Tú decides a qué le das importancia o no y sólo tú sabrás qué te hace más feliz y aceptarás las consecuencias de tus elecciones. Si prefieres la familia al trabajo o viceversa.

Incluso si prefieres la botana salada a los postres dulces, así de simples pueden ser tus prioridades.

Tus creencias

A qué le das valor, a qué le das tu fe, tu confianza o tus creencias es sólo decisión tuya, no dejes que alguien más te las imponga, pero tampoco se las impongas a nadie más.

Cuán personal tomas las cosas

Muchas ocasiones las personas no actúan por dañarte, es sólo el reflejo de lo que han vivido y cómo ven el mundo. No te tomes las cosas tan personales, tú decides qué te hace daño y qué no.

Tu esfuerzo

Si quieres alcanzar una meta, tú puedes controlar qué tanto esfuerzo le pones para lograrlo, piénsalo bien.

Tu estado civil

Estar casad@ o solter@ es una decisión personal, piensa muy bien por qué quieres estar en alguna de estas situaciones y si no tienen nada qué ver contigo, considera tomar la decisión por ti mism@.

La forma en la que te ganas la vida

Puede ser que prefieras trabajos temporales y viajar por el mundo o prefieras una trasnacional con un puesto ejecutivo. Tú decides, ninguna es mejor que otra, pero sí hay una elección correcta para ti: la que te haga feliz.

Usar la moda que más te guste

Tú puedes controlar lo que te pones y cómo te lo pones, pero siempre recuerda porqué lo haces. Cuando lo haces para llamar la atención, pero causas un efecto negativo y no te sientas bien, quizá sea hora de cambiar de estrategia.

Tu felicidad

Tú eres el o la única responsable de tu felicidad, tus decisiones son las que te llevan a ella. Decide, hazte responsable y vive con amor.

Nada que te haga feliz te hace menos hombre o menos mujer.