Holly Butcher tenía solo 27 años cuando perdió la batalla contra el cáncer, ella se despidió tras una larga lucha con una conmovedora carta que vale la pena compartir.
Holly escribió el mensaje en su cuenta de Facebook y poco a poco se fue convirtiendo en un mensaje de amor a través del mundo.
“Unos cuantos consejos de Hol”
“Es una cosa extraña en darte cuenta y aceptar tu mortalidad a los 26 años. Es una de esas cosas que ignoras. Los días pasan y tú solo esperas que sigan viniendo, hasta que lo inesperado pasa.
Siempre me imaginé haciéndome vieja, arrugándome y teniendo canas, seguramente provocadas por una hermosa familia (con muchos niños) que planeaba construir con el amor de mi vida. Quiero eso tanto que duele”.
“Eso es lo que pasa con la vida, es frágil, preciosa e impredecible, cada día es un regalo no un derecho que tienes. Ahora tengo 27 años. No me quiero ir. Amo a mi familia. Soy feliz. Le debo eso a mis seres queridos. Pero el control está fuera de mis manos.”
“Esas veces en las que te quejas de cosas ridículas (algo que he notado tanto en los últimos meses), solo piensa que alguien está enfrentando un verdadero problema. Agradece por tu dificultad pequeña y supérala.
Está bien reconocer que algo es molesto pero trata de no llevarlo contigo y afectar los días de otras personas. Una vez que hagas eso, sal y toma un profundo respiro en tus pulmones del fresco aire de Australia, ve lo azul que es el cielo y lo verde de los árboles. Es hermoso. Piensa lo afortunado que eres de poder hacer solo eso, respirar”.
“Puede que te haya tocado mucho tráfico hoy o que hayas dormido mal porque tus hermosos bebés te mantuvieron despierto o que tu estilista te cortara de más el pelo. Tus uñas postizas se pueden haber rayado, tus pechos pueden ser muy chicos, puedes tener celulitis en el trasero o una panza flácida.
Deja ir todo eso…Te juro que no vas a pensar en esas cosas cuando sea tu turno de irte. Todo eso es TAN insignificante cuando ves a tu vida como un todo. Estoy viendo a mi cuerpo desgastarse justo frente a mis ojos sin que pueda hacer nada y lo único que deseo ahora poder tener un cumpleaños o una navidad más con mi familia, o solo un día más con mi pareja y mi perro. Solo uno”.
“Oigo a la gente quejarse de lo terrible que es el trabajo o lo duro que es ejercitarse. Agradece que puedes hacerlo.
El trabajo y el ejercicio pueden parecer cosas tan triviales, hasta que tu cuerpo no te permite hacerlas. He tratado de vivir una vida saludable, de hecho, probablemente esa es mi más grande pasión.
Aprecia tu buena salud, tu cuerpo que funciona –incluso si no es de la talla ideal-. Cuídalo y acepta lo maravilloso que es. Muévelo y nútrelo con comida fresca. No te obsesiones con él”.
“Recuerda que hay más aspectos a una buena salud que el cuerpo físico…trabaja así de fuerte en encontrar también la salud mental, emocional y la felicidad espiritual. De esa forma tal vez te des cuenta de lo insignificante y poco importante que es tener este cuerpo perfecto estúpidamente difundido por las redes sociales.
Ya que estamos en eso, borra todas las cuentas de tus redes que te hagan sentir mal sobre tu mismo. Sea tu amigo o no. Sé implacable con tu propio bienestar”.
“Agradece cada día en el que no tienes dolor e incluso los días cuando estás enfermo de gripa, dolor de espalda o un tobillo torcido, acéptalo y agradece que no hay nada que amenace tu vida y que esto se irá.
¡Gente, quéjense menos! Y ayúdense más. Da, da, da. Es verdad que ganas más felicidad hacienda cosas por otros que por ti mismo. Desearía haber hecho esto más.
Desde que he estado enferma he conocido a la gente más espléndida y amable y he recibido las más sentidas y amorosas palabras y apoyo de mi familia, amigos y extraños. Más de lo que podría devolver. Nunca olvidaré esto y voy a estar por siempre agradecida con estas personas.
“Es raro tener dinero qué gastar al final…cuando estás muriendo. No es momento de salir y comprar cosas materiales como siempre, como un vestido.
Te hace pensar en lo tonto que es pensar gastar tanto dinero en ropa nueva o cosas en nuestras vidas. Compra a tu amigo algo distinto, en vez de otro vestido, producto de belleza o joyería para su próxima boda.
1. A nadie le importa que uses lo mismo dos veces. 2. Se siente bien. Invítalos a comer o mejor aún, cocina una comida. Dispárale su café. Cómprale una planta, un masaje o una vela y diles que los amas cuando se los des”.
“Valora el tiempo de otras personas. No los tengas esperando solo porque eres pésimo para llegar a tiempo. Arréglate más temprano si eres una de esas personas y aprecia que tus amigos quieren pasar su tiempo contigo, no sentándose solos, esperando un amigo”. El mensaje continúa invitándote a usar tu dinero en experiencias “o al menos, no pierdas esas experiencias porque gastaste tu dinero en cosas materiales. Haz un esfuerzo en hacer el viaje a la playa que has estado posponiendo”.
“Trata de disfrutar y estar en momentos en vez de capturarlos con la pantalla de tu teléfono. La vida no está hecha para vivir a través de una pantalla tampoco es sobre tener la foto perfecta…¡disfruten el maldito momento gente!
Dejen de intentar capturarlo para los demás. Una pregunta retórica: ¿Las horas que pasas pintándote y peinándote para salir valen la pena? Nunca he entendido esto acerca de las mujeres”.
“Despiértate temprano a veces, escucha a los pájaros mientras ves los hermosos colores del sol mientras amanece. Escucha música…en verdad escucha. La música es terapia. La vieja es la mejor.
Abraza a tu perro. Eso es de lo que más voy a extrañar. Habla con tus amigos. Deja tu teléfono. ¿Están bien? Viaja si es lo que quieres, no lo hagas si no. Trabaja para vivir, no vivas para trabajar.
En verdad, haz lo que te haga feliz. Cómete el pastel con cero culpa. Di que no a las cosas que en verdad no quieres hacer. No sientas presión en hacer lo que otras personas creen que son buenas para la vida, tal vez quieres una vida mediocre y eso está bien.
Dile a tus seres queridos que los amas cada vez que puedas y ámalos con todo lo que tienes”.
“También recuerda, si algo te está haciendo miserable, tienes el poder de cambiarlo –en el trabajo, el amor o lo que quiera que sea-.
Ten el valor de cambiarlo. No sabes cuánto tiempo vas a tener en este planeta así que no lo desperdicies siendo miserable. Sé que eso se dice mucho pero no podría ser más verdadero”.
“De todas formas, esto es solo el consejo de vida de una chica joven. Tómalo o déjalo, ¡no me importa! Oh y una cosa más, si puedes, haz algo bueno por la humanidad (y por mí) y empieza a donar sangre regularmente.
Te va a hacer sentir bien con la ventaja de que vas a salvar vidas. Siento que es algo que pasamos por alto considerando que cada donación salva tres vidas. Ese es un impacto enorme que cada persona puede tener y el proceso es muy simple.
La donación de sangre (más bolsas de las que puedo contar) me mantuvieron viva por un año más, un año por el que estaré siempre agradecida por estar en la Tierra con mi familia, amigos y perro. Un año en el que tuvo de los mejores momentos de mi vida”.
“Hasta que nos volvamos a encontrar, Hol”.