Algunos padres suelen dormir con sus hijos, pero en ocasiones no resulta una experiencia maravillosa, ya que los pequeños se mueven muchísimo por la noche, y no se pueden salvar de una que otra “patada voladora”.
¿Te ha pasado?
Pero no sólo les pasa a los padres que hacen colecho, también los que dejan a sus hijos dormidos por la noche en una posición, se sorprenden al ver cómo amanecen por la mañana. Algunos hasta en el suelo.
¿Por qué?
Los niños todavía tienen mecanismos de sueño inmaduros, por eso despiertan más veces durante la noche o se mueven en exceso tratando de conciliar el sueño.
A partir del año de edad los cambios madurativos son más lentos y los movimientos corporales asociados al sueño activo son menos frecuentes.
De los dos a los 3 años, los niños tienen ciclos de sueño de 60 minutos, suelen despertarse o moverse, para después volver a dormir.
De los cuatro a los cinco años sus ciclos se van alargando hasta los 90 minutos típicos de un adulto. Los adultos nos despertamos en ese lapso, pero quizá no lo recordemos.
Es importante decir que los movimientos rítmicos en los niños mientras están dormidos van desapareciendo conforme van madurando, no es considerado un trastorno.
Estos son algunos movimientos que puedes observar en tus hijos:
Head banging: Boca abajo y golpea con la cabeza y a veces con el torso sobre la almohada de forma repetitiva. Si está boca arriba, golpea con la nuca. También ocurre si el niño está sentado y suele golpear la pared o la cabecera de la cama con la cabeza.
Head rolling: Este es un movimiento de la cabeza hacia los lados.
Body rolling: Se refiere al movimiento hacia los lados de todo el cuerpo del niño.
Bodyrocking: El niño se mueve con un leve balanceo de todo el cuerpo.
Cuando los padres notan estos movimientos, suelen preocuparse por el descanso de sus hijos, pero una señal de que durmieron bien es que estén de buen humor, activos y sonrientes.
Lo que deben dormir los niños dependiendo su edad
No es una regla, pero esto es una guía para darte cuenta si tu hijo está durmiendo lo suficiente:
Hasta los 6 meses: entre 17 y 14 horas
De 6 a 18 meses: 13 horas y media
A los 2 años: 13 horas
A los 3 años: 12 horas
A los 4 años: 11 horas y media
A los 5 años: 11 horas
Hasta los 10-11 años: 10-12 horas.
Qué puedes hacer si se mueve demasiado
Poner el colchón en el suelo un periodo de tiempo para que se familiaricen con los límites y el espacio que tienen para dormir.
Colocar barreras a los lados de la cama para evitar que se caigan y separar la cama de la pared para evitar los golpes con la cabeza. Claro, si aun así termina en el suelo, considera la primera opción.
Mantener siempre los mismos horarios de comidas y de descanso para generarles una rutina de sueño.
Evitar cualquier factor que interrumpa el sueño del niño, ya que cada vez que el niño se despierta se da la posibilidad de que los movimientos vuelvan a producirse.
Procurar salir de la habitación antes de que el niño se haya dormido, para evitar angustia o estrés a causa de la separación, esto también los ayudará a conciliar el sueño aun si están solos.
Una correcta alimentación, algunos alimentos para dormir mejor son la pasta, el arroz, las legumbres, la fruta y los vegetales. Evitar alimentos con cafeína, postres o dulces.
Cuándo consultar al pediatra
Cuando los movimientos son muy graves o intensos, tienen consecuencias durante el día, provocan que el niño se lesione.
Cuando los movimientos no desaparecen por completo a los 5 años de edad.
Cuando observes terrores nocturnos o sonambulismo, ya que son considerados disturbios del sueño.
Cuando tenga problemas para respirar, roncan demasiado y manifiestan somnolencia todo el día.
*Consulta al pediatra de tu hijo para mayor información.
