Debido a su nombre, muchas personas suelen confundir ambos métodos, aunque ambos ayudan a detectar deformaciones, su procedimiento es diferente y dependiendo la edad se recomienda uno u otro.
Aquí te explicamos a detalle las diferencias:
Mastografía o mamografía
La mastografía es una radiografía que permite mostrar formaciones o tumores antes de que tengan un gran tamaño como para percibirlos mediante exploración.
Es muy útil para descartar la presencia de cáncer de mama o detectarla a tiempo. También ayuda a examinar a las pacientes que ya presenten los síntomas como bultos, secreción en el pezón, hoyos en la piel o dolor de senos.
Este estudio se recomienda a partir de los 40 años, ya sea anual o cada dos años, consiste en colocar una mama a la vez en una superficie de placa de rayos X, con un compresor se presiona para obtener imágenes de los tejidos.
Ecografía de mama
La ecografía de mama es una prueba, con la cual se examina a los senos mediante ultrasonidos a través de un aparato llamado transductor.
Es una prueba indolora que no requiere preparación y permite distinguir entre una más sólida, un quiste o encontrar un tumor.
Este estudio suele recomendarse para mujeres con menos de 40 años, ya que las mamas suelen ser más densas.
Cuál es el mejor dependiendo tu edad
Se recomienda la autoexploración entre los 16 y 18 años de edad. Las mujeres menores de 35 años se pueden practicar un ultrasonido mamario o ecografía de mama, pero si se detecta alguna alteración, se recomienda la mastografía.
A los 20 años de edad, se recomienda un examen mamario clínico cada 2 ó 3 años; y anualmente cumpliendo los 35 años.
A partir de los 40 años, la mejor forma de prevenir el cáncer de mama es a través de la mastografía.
*Consulta a tu médico especialista para mayor información.
