Estar mucho tiempo sentada en el trabajo no es la única causa de que subas de peso, quizá tengas estos malos hábitos y no te habías dado cuenta.
¡Toma nota!
Comer de más
Es muy común que empieces a comer ciertos aperitivos fuera de tus horas porque algún compañero te ofreció, aunque a ti ni siquiera se te antoje.
No saber lo que estamos comiendo
El tiempo y tus actividades te hacen comer alimentos que no preparas en casa, pero no sabes realmente lo que estás comiendo al ordenar, incluso puedes pedir comida rápida que no le hace nada bien a tu salud.
La iluminación y el clima también son un factor
Según un estudio, poca luz y frío hace que tengas más ganas de comer, así que si tienes la oportunidad de abrir más las ventanas y regular la temperatura, esto te ayudará muchísimo.
Trabajar de más
Esto hace que tu vida sea más sedentaria, sobre todo si tu trabajo es de oficina y requiere estar mucho tiempo sentada. Además, quizá duermes menos y esto provoca que tengas más hambre, aunque no lo creas.
El estrés
Demasiado estrés en el trabajo provoca ansiedad y deseo de consumir grasa y azúcar para compensar tu sistema. ¿Te ha pasado que quieres comer más grasa en una situación difícil?
Toma en cuenta esto y haz un pequeño esfuerzo para mejorar tu situación, al menos saberlo te hará buscar opciones.
¡Cuídate!