La ansiedad es una forma en la que tu cuerpo reacciona ante situaciones que considera amenazantes.
Los peligros actuales vienen en distintas presentaciones y podrías considerarlos insignificantes, pero realmente te están afectando.
Ya sea que no se realice un proyecto que tenías en mente, cuando pierdes dinero, cuando no sabes qué hacer con tu vida, cuando crees ser una mala madre, un mal padre, una mala pareja.
Esta ansiedad es normal hasta que reacciona de forma alterada produciendo problemas de salud e incapacitándote.
Síntomas de un ataque de ansiedad
Suelen confundirse con ataques de pánico, pero la ansiedad necesita ser evaluada de forma diferente. Si presentas alguno de estos síntomas, no dudes en acudir con un especialista.
Físicos
- Taquicardia y palpitaciones fuertes.
- Aumento de la temperatura corporal.
- Sudoración excesiva.
- Temblores.
- Sensación de ahogo o sentir que te sofocas.
- Opresión o malestar en el pecho.
- Sensación de entumecimiento y hormigueo.
- Nauseas, vómitos, dolor estomacal, etc.
- Problemas para dormir a pesar de haber realizado un notable desgaste físico.
- Tensión muscular constante con dolor de espalda o cervicales.
- Constante malestar físico con hinchazón, estreñimiento, gases.
Mentales y psicológicos
- Pensamientos incontrolables y negativos.
- Te dejas llevar constantemente por emociones negativas.
- Preocupación excesiva.
- Miedos irracionales o fobias.
- Constante búsqueda de la perfección.
- Sensación de inseguridad ante cualquier situación.
- Dificultad para concentrarse.
- Inquietud o impaciencia.
Qué hacer para sentirte mejor
- Habla tranquilo y pausado.
- Come a tus horas y de forma saludable.
- Evita cualquier tipo de estimulante, alcohol, drogas, azúcar.
- Haz ejercicio constantemente.
- Cambia tus pensamientos negativos por positivos.
- Y sobre todo, asiste con un médico.
