Como padres puedes enseñarle a tus hijos cómo desarrollar su inteligencia emocional y a canalizar sus emociones.
Esto le ayudará a tener mejores relaciones con otras personas y en un futuro le ayudará a conseguir sus objetivos.
Está comprobado que las habilidades y talentos se potencializan con una adecuada inteligencia emocional.
¡Ayúdalo!
Enséñale a entender sus emociones
Los berrinches o “dramas” son porque todavía no controla sus emociones, no sabe qué es la frustración y cómo resolverla o superarla, entonces se siente desbordado.
Trata de decirle que lo que está sintiendo es normal, que a todos nos pasa en algún momento y enséñale cómo puede calmarse respirando profundo o desahogándose.
Sé empático
Dile que lo entiendes, que entiendes lo que está pasando y que ya pasará. Puede que el niño sólo necesite desahogarse y te necesite después para un consuelo, no lo dejes solo.
No lo catalogues, ni lo juzgues
Es muy común que los padres por la desesperación lo terminen llamando “berrinchudo”, “problemático”, diciéndole frases como “eres igual a tu padre, a tu madre” o a tal miembro de la familia que nadie quiere.
Esto sólo provocará que se sienta mal por sus emociones, sin saber cómo controlarlas o qué hacer con ellas y sintiéndose culpable, inseguro o más furioso.
No reacciones igual
Ante una rabieta o berrinche, reaccionar con gritos no es la mejor solución. Recuerda que eres el ejemplo de tu hijo, si le quieres enseñar a controlar sus emociones, tú también debes aprender a controlar las tuyas.
Explícale tus sentimientos también
Pero sabemos que en algunos casos es imposible ser ecuánime, sobre todo cuando llevas días sin dormir o extremadamente cansada. Cuando pase un episodio de gritos o regaños, habla con él cuando estés calmada.
Explícale lo que pasó y discúlpate. Un ejemplo: “Lamento haberte gritado, a veces nos enojamos y no podemos controlar nuestras reacciones, no quise hacerte daño, te pido perdón y te amo.”
Habla con tus hijos constantemente
Esto ayudará a generar lazos de confianza, en los que se sientan seguros y amados para llegar a contarte sobre su vida. Escúchalos sin juzgar, siendo partícipe como una guía, no como un gendarme, ni como un amigo cómplice.
Cuéntale cuentos e historias
Son perfectos para enseñarles a comprender y a generar por ellos mismos sus opiniones, las fábulas o leyendas son excelentes, así harán propio el aprendizaje sin que sea una obligación o regaño.
Te dejamos este video que puede serte de utilidad.
