Es importante que toda prenda que te regalen o que compres, la laves perfectamente antes de ponérsela a tu bebé, incluyendo sábanas, cobijas, baberos y cualquier prenda que esté en contacto con su piel.
Esto ayudará a quitarle no sólo la suciedad, sino restos químicos usados en su elaboración.
La piel de un bebé es muy delicada y estos factores pueden hacer que sufra alguna irritación o reacción alérgica.
Usa jabón neutro o hipoalergénico
Remoja la prenda en este tipo de jabón para manchas difíciles. Si es nueva, no es necesario remojar la ropa, únicamente lavarla muy bien con agua y jabón.
Lava por separado tu ropa y la del bebé
Lava por separado las prendas de tu bebé y las del resto de tu familia, ya sea que se lave a mano o en el ciclo de ropa delicada.
No uses suavizante o blanqueadores
No se recomienda utilizar suavizantes, blanqueadores, ni ningún producto para aromatizar o quitar manchas, ya que también pueden provocarle alguna reacción alérgica.
A mano o en lavadora
Ambas opciones son buenas. Si lo haces a mano, asegúrate de que no quedan restos de jabón. Si optas por la lavadora, ayúdate de un enjuague doble, así te asegurarás de que no queden restos de detergente.
Las prendas delicadas
Las prendas con bordados, puntillas, encajes o las que están fabricadas con tejidos sensibles es mejor lavarlas a mano para que no se estropeen.
Planchado
Es recomendable no hacerlo, pero si es muy necesario, hazlo con una temperatura baja.
Deja que se seque al sol
Al hacerlo, se eliminarán bacterias, pero no la expongas demasiado al medio ambiente por el polvo y otras partículas.
¡Cuida la piel de tu bebé!