Seguramente recuerdas a Meryl Streep, nominada al Oscar en muchas ocasiones y una actriz que se ha caracterizado por interpretar papeles tan distintos en personalidad como en apariencia.
Encontramos el discurso de la actriz que nos conmovió muchísimo, digno de compartir si estás atravesando una situación en la que no te atreves a hacer eso que tanto quieres.
“Ya no tengo paciencia para ciertas cosas, pero no es porque me haya vuelto arrogante, sino que más bien porque he llegado a un punto en mi vida en el cual ya no quiero seguir gastando más tiempo con las cosas que no me gustan o que me hieren.
No tengo paciencia para el cinismo, para la crítica excesiva ni para las demandas de ninguna naturaleza. He perdido las ganas de complacer a quienes no les caigo bien, de amar a quienes no me aman y de sonreír a quienes no quieren sonreírme.
Ya no gasto ni siquiera un minuto en quienes me mienten o intentan manipularme. He decidido no seguir coexistiendo con la pretensión, con la hipocresía, con la deshonestidad y las alabanzas baratas. No tolero la erudición selecta ni la arrogancia académica. Tampoco acepto los chismes.
Creo en un mundo de opuestos y esa es la razón por la que evito a las personas que tienen personalidades rígidas e inflexibles. En la amistad no tolero la falta de lealtad y las traiciones.
No me llevo bien con quienes no saben como darle un cumplido a alguien o como entregar una palabra de aliento. Las exageraciones me aburren y me es difícil aceptar a quienes no aman a los animales.
Y encima de todo ya no tengo paciencia ninguna para quien no merece mi paciencia”.
Es hora de empezar a rodearnos y acercarnos sólo a aquellas personas y cosas que nos inspiren, que nos hagan sentir bien, que nos den esperanzas para seguir caminando un poco más todos los días.
¿Tú qué opinas?
