Jennifer Bricker nació sin piernas, motivo por el cual sus padres biológicos decidieron darla en adopción ya que sentían que no tenían la capacidad de criar a un ser humano con esta discapacidad.
Quizás una de las mejores decisiones referentes a su vida ya que fue entonces cuando Sharon y Gerald Bricker decidieron adoptarla y criarla de la misma forma que lo han hecho con todos sus hijos.
Lo único que le prohibieron a Jennifer fue decir “No puedo”. Decisión que le cambió la vida a la pequeña y motivo por el cual ha llegado a ser quien es hoy en día, una gimnasta campeona de los Paralímpicos.
Jennifer aprendió a jugar casi todos los deportes existentes y en los cuales llegó a competir a nivel nacional.
La sorpresa le llega a los 16 años cuando descubre el mayor secreto que le deparaba el destino respecto a su familia biológica.